Muere Desmond Tutu, un símbolo de la lucha contra el apartheid en Sudáfrica
El arzobispo anglicano y premio Nobel de la Paz falleció a los 90 años y decenas de líderes en el mundo han expresado su pesar en las redes sociales.
El arzobispo anglicano Desmond Tutu, un símbolo de la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, galardonado con el Premio Nobel de la Paz, murió el domingo a los 90 años, desatando una ola de tributos para homenajear a uno de los últimos íconos de esta generación.
"El fallecimiento del arzobispo emérito Desmond Tutu es otro capítulo de duelo para nuestra nación que despide a una generación de sudafricanos excepcionales que nos legaron un país liberado", afirmó el presidente Cyril Ramaphosa en un comunicado.
"Un hombre de extraordinaria inteligencia, integridad e invencibilidad contra las fuerzas del apartheid, también era tierno y vulnerable en su compasión por aquellos que habían sufrido la opresión, la injusticia y la violencia bajo el apartheid", recordó Ramaphosa.
Dirigentes y exdirigentes de todo el mundo se aprestaron a honrar al religioso: "El arzobispo Desmond Tutu era un mentor, un amigo y un faro moral, para mí y para tantos otros", afirmó el expresidente de Estados Unidos Barack Obama, otro premio Nobel de la Paz.
El presidente del Consejo Europeo, que representa a los 27 países de la UE, Charles Michel, rindió homenaje a "un hombre que dio su vida por la libertad con un compromiso profundo por la dignidad humana", mientras que el primer ministro británico Boris Johnson lo calificó de "figura crítica" en la lucha por crear una nueva Sudáfrica.
La reina Isabel II se dijo "profundamente entristecida" por la muerte del arzobispo, mientras que el papa Francisco destacó su papel en la "promoción de la igualdad racial y la reconciliación", y el Dalai Lama, viejo amigo de Tutu, elogió a "un gran hombre enteramente dedicado al servicio de sus hermanos y hermanas".
"Nación Arcoíris"
Tras la llegada de la democracia en 1994 y la elección de su amigo Nelson Mandela como presidente, Desmond Tutu, que dio a Sudáfrica el apelativo de "Nación del Arcoíris", presidió la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR), creada con la esperanza de pasar la página del odio racial.
El "Arch", diminutivo de arzobispo en inglés, estaba debilitado por un cáncer de próstata diagnosticado en 1997 y ya no hablaba en público, pero nunca olvidaba saludar a las cámaras presentes en sus apariciones.
Murió apaciblemente a las 07H00 de la mañana (05H00 GMT), según varias personas de su círculo más cercano interrogados por la AFP.
La Fundación Mandela reaccionó rápidamente, calificando su partida como una "pérdida inconmensurable".
"Para tantas personas en Sudáfrica y en el mundo entero, su vida fue una bendición", afirmó la fundación que lo calificó como un pensador, un líder y un pastor.
Los homenajes también llegaron por parte del grupo de personalidades conocido como "Los Mayores", una organización fundada en 2007 por Mandela y de la cual Tutu fue su primer presidente.
""Los Mayores" perdieron a un querido amigo, cuya risa contagiosa y su travieso sentido del humor nos embelesaron y hechizaron", añadieron.
Desmond Tutu adquirió su notoriedad en las horas más oscuras del apartheid cuando, como líder religioso, encabezó marchas pacíficas contra la segregación y para abogar por sanciones contra el régimen de supremacía blanca de Pretoria.
Como recordaba el domingo el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, Tutu "inspiró a una generación de líderes africanos que abrazaron formas no violentas en la lucha por la liberación".
A diferencia de otros militantes de su época, sus hábitos lo salvaron de ser encarcelado y su lucha pacífica fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz en 1984.
Fiel a sus compromisos, fue un duro crítico de los sucesivos gobiernos del Congreso Nacional Africano (ANC) que combatieron el apartheid, y fustigó al expresidente Thabo Mbeki, pero también señaló la corrupción o las fallas en la lucha contra el sida.
En todos los ámbitos criticó el "statu quo" en temas como la raza, los derechos de los homosexuales o incluso dio su apoyo al movimiento en favor de la muerte asistida.
"Me he preparado para mi muerte y he dejado claro que no quiero ser mantenido vivo a cualquier costo", manifestó en una tribuna publicada en el diario The Washington Post en 2016.
"Espero ser tratado con compasión y que se me permita pasar a la siguiente etapa de la vida de la forma que yo elija", concluyó.
Tras su muerte deja una viuda, su mujer conocida como "Mama Leah", y cuatro hijos.
Con información de AFP
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